Por estas horas se llevan adelante movilizaciones de distintos actores del sector primario que han sido ampliamente difundidas en los medios de comunicación. Nosotros las miramos con respeto y atención, asumiendo que desde que estamos en la comuna hemos atendido reclamos de caminería rural y otros tantos. Sabemos que falta mucho, pero nadie puede negar que se ha avanzado a pasos firmes en miles de kilómetros del interior de nuestra amplia geografía departamental.
Uno de los reclamos que se han hecho desde los productores es achicar los gastos del Estado en todas sus dimensiones, también a nivel de las comunas. En ese camino estamos y seguiremos estando, pues es bueno recordar que firmamos una resolución acordada con el gremio y refrendada en la Dirección Nacional de Trabajo por la que no entra ningún funcionario más en lo que queda de este período por designación directa. Lo hicimos, lo acordamos, lo firmamos y lo ratificamos ante un organismo nacional por si quedaba alguna duda.
Además, firmamos otra resolución por la que todas las designaciones directas cesan al final del período. El famoso dicho “los que entran conmigo se van conmigo” acá se escribe y se cumple. No es un discurso para la tribuna. En este último caso también fue como parte de un decreto a la Junta Departamental, pero ese organismo no lo votó. Sus razones tendrá. Pero nosotros igual lo cumplimos a rajatabla, cercenándonos una potestad constitucional de los jefes comunales de designar funcionarios.
Pero es una tranquilidad para la población y para los proveedores de la comuna, que saben que llegan a la fecha pactada y está el dinero. También para los funcionarios, no solo por el pago de los salarios, los aguinaldos y el verter las retenciones como corresponde, sino por la salud de ellos mismos, que no tienen que exponerse a los reclamos de proveedores ante situaciones de las que eran ajenos, pero que los obligaban a dar la cara ante la ausencia de las autoridades, verdaderos artífices del desastre.
Nuestra intendencia cumple. Cumple y paga en fecha. Pero para decir que sí, hay que saber decir que no, entre otras cosas a la entrada indiscriminada de funcionarios. Algo que solo nosotros aplicamos.
