El pasado martes 19 de junio, fecha del nacimiento de nuestro prócer José Gervasio Artigas, estuvimos en el acto en la Plaza Estigarribia, a las puertas mismas del barrio Ceibal. Barrio muy querido por nosotros y que tiene un espacio absolutamente remozado y de gran nivel que hoy todos los vecinos disfrutan como merecen. En ese entorno se desarrolló un muy lindo acto con participación de autoridades civiles y militares, estudiantes, docentes y público en general. Los escolares desarrollaron su característica promesa de fidelidad a la bandera y los liceales ya hicieron el juramento en ceremonias muy emotivas. Luego también hubo actividades culturales con pequeños que realmente vale la pena destacar por sus poesías, cantos y bailes que a todos nos encantaron.
Pero también hubo algunos detalles que queremos marcar en esta nota. Se trata de ver a una abuela con su laptop del Plan Ibirapitá. Ibirapitá ha sido creado por el decreto 130/15 del Poder Ejecutivo del Uruguay y su ejecución y seguimiento encomendados al Centro Ceibal para el Apoyo a la Educación de la Niñez y la Adolescencia. Está presidido por una Comisión Honoraria, integrada por Centro Ceibal, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, el Ministerio de Desarrollo Social, el Ministerio de Educación y Cultura, la Agencia para el Desarrollo del Gobierno Electrónico y la Sociedad de la Información y el Conocimiento, el Banco de Previsión Social y la Organización Nacional de Asociaciones de Jubilados y Pensionistas del Uruguay. Esta es la información fría y básica que da el propio Plan. Pero lo que queremos marcar es que nos llenó de orgullo ver a una persona mayor con su tablet sacando fotos sin parar a niños, militares, autoridades, pequeños artistas. Todo lo que pasaba en la Plaza del Barrio Ceibal la abuela registraba, no se perdía detalle y esto sí que es maravilloso. Que en nuestro país los adultos mayores manejen con esa solvencia la computadora personal es un logro que no se debe dejar en el tintero. Hay que decirlo y remarcarlo. Nos gustó mucho la actitud, pero a su vez marca lo adaptado que están muchos de nuestros abuelos a manejar estos instrumentos de la tecnología que realmente llama la atención. Y congratula, por supuesto.
La verdad que se juntó todo y para bien. Un buen acto, bien organizado, la plaza a nuevo, la participación de la gente, y este detalle que no podíamos dejar pasar.
