Lo voluntario enaltece y nos expone para ser algo más interior, la existencia misma. En las juventudes estalla en un determinado instante. Irrumpe con potencia y ciertas ansiedades de darlo todo.
Hacer por una comunidad y de onda nomás, como dice hoy la gurisada, se sostiene en esa mirada abierta de que pasan a ser centro cuando expresan servicio sin retribución.
Algunas experiencias han sido desarrolladas por la actual administración departamental. Recordamos las cuatro instancias compartidas en ruralidad, con los campamentos sociales voluntarios de trabajo juvenil.
Esta vez, hemos presenciado el esfuerzo joven al aire libre que irradian los espacios públicos. Estos ambientes de oxigenación y recreación se descubren en toda la ciudad y una de las líneas programáticas ha sido su atención, mantenimiento y recuperación.
Algunas plazas de juegos y parques vienen siendo intervenidos por jóvenes independientes que arreglan, pintan y limpian acondicionando el hábitat para las familias salteñas.
Lo hacen asistidos por personal de la comuna, proporcionando guía en la tarea y materiales necesarios para satisfacer las ansias de ayudar encontrando paz.
Basta verlos para darse cuenta. En verdad, sabemos que se siente. Entendemos ese rato que practican la tarea con dedicación. Nos tocó más de una vez. Se vienen las reminiscencias.
Ese tiempo es eterno, aunque nos parezca un rato. Es como viajar hacia algo nuevo.
La pasantía emparenta con esa primera oportunidad laboral y dignifica proyectando el futuro más cercano.
La Intendencia acaba de acordar con el INAU, órgano rector de las políticas de infancia y adolescencia, el ingreso a término al gobierno de Salto de cuatro personas para cumplir tareas.
Será por un año y se trata de un trabajo remunerado que premia la perseverancia de jóvenes que anhelan incorporarse al mundo del esfuerzo propio; buscando ese mérito de satisfacción que permita juntar referencias y seguir.
El equipo técnico de la Unidad de Género y Generaciones de la comuna y el INAU, desarrollaron la propuesta y contribuyeron en la selección de los pasantes.
Antes, había sido con estudiantes de UTU que ingresaron también en régimen de pasantías al área de Servicios Públicos y de Obras.
Esa articulación para con la comunidad que forma parte de la personalidad de éste equipo de la comuna salteña; nos acerca quebrando estigmas de discriminación.
En la vocación de servicio y en la pasantía de trabajo remunerado, se conjugan esa doble fortaleza que siempre debe de convivir haciendo más sana la comunidad.
Doble vocación que devuelve un dejo de satisfacción y esboza una sonrisa dulce que devuelve la ternura de la empatía con toda la población.
Celebramos que la Intendencia respalde esa dualidad. Ambas imprescindibles en la construcción de mejores vínculos humanos.
Entendemos muy bien esas vocaciones juveniles. Nacen del corazón puro, de la buena conciencia y de una fe no fingida.