Son las pupilas las que logran focalizar esas sensaciones de ir cambiando con la frescura de la intervención.
Había que deslizar la amargura ubicándola detrás para que asome el momento de recordar que en algún episodio de la actual gestión; hasta allí también se iba a arribar.
Y ahora se está allí. Mostrando y produciendo aquello que se dijo concretar.
No es poco lo que se está haciendo por las calles de Cien Manzanas en estos días que transcurren. El arreglo de calle Colón, por donde se ha comenzado, trae el monopolio en los corrillos de las familias que anclaron su proyecto de vida a esa escenografía.
Sabido es que el estado de las calles requiere un constante mantenimiento ante una ciudad que se ha expandido notablemente e incrementado su parque automotriz; producto de que se vive mejor y se cuentan con mayores oportunidades.
Sentimos un afecto especial por esa zona desde hace algo más de diez años, producto de nuestro trabajo profesional en la Obra Social y la especialidad del entramado de la legislación de la infancia y la adolescencia.
Conocemos su gente, necesidades, alegrías y embistes a la paciencia por aquello que merece atención y solución.
Obviamente, la solución en las aceras de tránsito es vital. Personal de la comuna se encuentra ejecutando la planificación vial y habrá para varios días de cumplir con la labor y de encontrarse con la vecindad.
Calles como Solís, Cervantes, Vilardebó, Andrés Latorre, Ramírez, Acuña de Figueroa o San Martín; entre otras dejarán pasar al labrador gobierno de Salto que se confundirá en una reparación, acondicionamiento con bacheo o reposición de material, firmeza de suelo y superación impostergables.
Saber campear las exigencias están hechas para quienes responden haciendo. A mayor índice de acción y visibilidad de trabajo en distintos cónclaves cardinales; mayor demanda de barrios que piden a voz en cuello; torcer destinos.
La noche se ha descolgado de ésta Intendencia y el andar parece que fuera acariciando el suelo de tanta sensibilidad prendida.
Y eso es lo que por Cien Manzanas va caminando. El trabajo de los funcionarios enciende la inspiración para darlo todo. Siempre se vuelve a ese paisaje sencillo. Esta vez; para levantar sus calles.
Amalgamando la estancia de las máquinas amarillas se continuará con la instalación del moderno sistema de iluminación Led que ha significado un gran envión de más tiempo nuevo.
Son las pupilas que van moviendo la piel del barrio y trayendo esa fragancia de sentirse comprendido por el equipo de gobernanza.
Habrá para varios días en el barrio. Una punta de horas para intentarlo todo. Realmente, es muy bueno que así ocurra.
Ser la respuesta ante las exigencias de cada tiempo revitaliza a nuestros gobernantes. Los torna dignos y dispuestos en sus acciones. A veces, quisiéramos que fuera siempre igual.
Peor hoy sabemos algo más; también en quienes gobiernan Salto; la piel se mueve. Todo el tiempo.
