Nahuel, de 12 años, recibía una pensión por discapacidad del Banco de Previsión Social, que ronda los 10 mil pesos mensuales.
Sin embargo, una nueva junta médica del organismo decidió que el niño mejoró y por eso la pensión fue suspendida.
Ripoll, que es madre de tres hijos, afirmó que planteará una revisión de los resultados médicos porque la discapacidad del niño no cambió.
“El Estado no se hace cargo de los gastos que implican la discapacidad, la colaboración que tenés es esta y si te la quitan es desvirtuar la economía de toda la familia”, explicó.
Según Rosario Diz, directora del BPS, el equipo médico del BPS aprueba automáticamente el pago a las personas que padezcan una discapacidad severa, es decir, aquellas personas que por su patología no puedan desarrollar ninguna de las actividades de la vida diaria. Sin embargo, la pensión está sujeta a revisión y el equipo médico puede retirarla si considera que la situación mejoró.
El BPS paga unas 70 mil pensiones por discapacidad por año.