Esa dinámica vial, diseminada en distintos puntos de la ciudad, convive con la población salteña en forma diaria. Hay una dedicación de los funcionarios del Departamento de Obras, realmente encomiable.
No recuerdo, y me retrotraigo varios lustros hacia atrás hasta los nostálgicos años ’80, un despliegue de trabajos en reparación de calles, mantenimiento de caminería rural, hormigonado o bituminización, a cargo de la Intendencia, que se acerque a lo que vivencia por estos tiempos.
Y uno cae en la cuenta de que siempre está faltando un poco más. En distintos barrios, en ocasión de las asambleas de vecinos o comisiones, uno encuentra el alivio del reconocimiento por la labor desarrollada pero ahí también, precisamente ahí, es cuando aparece ese sentimiento de… ”habría que hacer tal o cual cosa”…. De calles hablamos, claro está.
Ahora, más no se le puede pedir al esfuerzo y dedicación que rompe los ojos. Todas las cuadrillas salen a la acción. Hoy, mañana y todos los días. Pero comprendemos. La administración actual, de igual forma.
Por esa razón, es que se suceden las intervenciones en los barrios. Hace unos días, se presentaron los logros históricos en barrios Progreso y 25 de Mayo. Apertura y arreglo de calles, en el cuadrante sur este del casco céntrico, abnegado y abandonado durante décadas.
Calles como Ituzaingó, Yatay, la propia 25 de Mayo, Varela, Cervantes, Vilardebó o Latorre entre otras. Mejoró además la señalización y el alumbrado público en el hábitat de esa porción de la población que volvió de la oscuridad.
El plan de gobernanza se despliega y muestra casi todos los días algo nuevo. Eso está bueno y explica lo que se está haciendo para mejorar la calidad de vida de la gente. Ejecuta lo que se dijo que se iba a hacer en aquella campaña electoral pre mayo de 2015.
Pero no olvidamos, no podemos permitirnos ese desliz, la coyuntura de que toda esta mega transformación del entramado de calles se realiza sin disponer de presupuesto propio. Un obstáculo que se corrió del camino y, naturalmente, que no merma el ánimo de la reconstrucción.
No se mira el escollo intencional, se centra la atención y el hacer cotidiano en el trabajo y en el plan administrativo. Se piensa en la población. Cada día. La de la ciudad y la del Departamento íntegro. Como debe de ser.
En breve, el desembarco irrumpirá en barrio Cien Manzanas para comenzar a arreglar Acuña de Figueroa y desde allí hacia la conquista de las demás arterias.
La Costanera Sur viene recibiendo considerables mejoras, se viene afirmando el suelo, bituminizando y señalizando el camino costero desde Arenitas Blancas hasta la zona del frigorífico La Caballada.
Hasta allí, la primera etapa de tres; hasta culminar el recorrido de ocho kilómetros que expira en el paraje cuevas del arroyo de San Antonio. La OPP apoya e invierte en ésta obra, con los fondos destinados a los departamentos afectados por las inundaciones.
La seguridad vial se garantiza con éste tipo de intervenciones de la actual administración. Y la ciudadanía es partícipe de tales logros. La seguiremos.
Dr. Álvaro Lima