En el marco de la campaña electoral, estuvo en nuestra ciudad quien este domingo fue electo Senador de la República, el economista socialista Daniel Olesker, quien vino a presentar su último libro, «Dos modelos en pugna».
«Hace siete u ocho meses comencé a escribir unas notas sobre la discusión de dos modelos de desarrollo –comenzó diciendo-, básicamente con comparaciones que tienen un componente histórico, o sea para atrás, un componente trasversal, o sea para el costado y un componente programático, es decir, qué dicen sobre estos temas los programas de los otros partidos. Entonces, básicamente lo que resumo es que aquí hay dos modelos de desarrollo, en los dos modelos hay propuestas para que la economía crezca y la gran diferencia sustancial es si ese crecimiento va acompañado de distribución de la riqueza o va acompañado de exclusión. Para decir que va a acompañado de distribución de la riqueza tenemos varios indicadores, que el libro recorre en distintas notas, porque el libro es una compilación de artículos».
SALARIO REAL
«Primero, es el salario real. Es decir, no hay modelo distributivo si el salario real no crece al mismo tiempo que crece la riqueza. No se trata de esa idea de que primero vamos a hacer crecer la torta para después distribuirla o vamos a estabilizar los empleos, no subamos mucho los salarios porque lo que importa es el empleo porque después subirán los salarios. Esas dos definiciones son mitos, no se han aplicado en la realidad».
«Y el Frente Amplio ha logrado eso con los Consejos de Salarios y con la política de salario mínimo, que era $2.050 cuando llegamos al gobierno y hoy es $15.600, esos $2.050 de hoy serían más o menos 6 mil y algo, pongámosle $7.000. O sea que estamos hablando de dos veces y medio el salario mínimo nacional. Ha logrado entonces, mejorar los salarios reales y reducir la desigualdad salarial».
EMPLEO
«En segundo lugar, ha logrado crecer en los niveles de empleo. Es verdad que en estos últimos cuatro años se han perdido 47 mil, redondeemos en 50 mil puestos de trabajo, se habían creado 300 mil, sobre todo en áreas de mucho efecto como en el área turística, el área del comercio, de los servicios, el área de la construcción que tuvo un empuje muy importante. Y además, el BPS logró tener 550 mil cotizantes nuevos».
«Alguien podrá decir, pero si hay 250 mil puestos de trabajo, ¿de dónde salieron los otros 300 mil? Salieron de trabajos que ya existían pero que estaban bajo el régimen de informalidad y precariedad. Eso ha sido muy importante en el comercio, en la construcción, el trabajo rural y el doméstico, donde pasamos de menos de 20% de trabajo doméstico a 50%, todavía queda la mitad del trabajo doméstico informal, es una tarea que nos proponemos abordar».
GASTO SOCIAL
«El tercer componente es el gasto social. Es decir, las familias además de tener salario y empleo, tienen que tener acceso a bienes sociales, en ese caso importa primero, que haya presupuesto. En el libro hago una suma muy sencilla, donde digo cuánto gastaba en los servicios de salud del Estado, la ANEP, la UDELAR, el Fondo Nacional de Vivienda, el INAU y las asignaciones familiares. Entonces sumo ese rubro, y en 2004 me da unos 900 millones de dólares. Esos mismos seis rubros los sumo hoy y me da 5.400.»
«Alguien podrá decir, ‘bueno, lo que pasa es que creció la economía’. Sí, pero la economía creció 70% y el gasto público social creció 170%. Es decir, que hubo un esfuerzo distributivo natural o inercial, llamémosle, porque como la economía crece hay más recursos para las políticas sociales, pero además hubo un esfuerzo adicional que significó, para dar una idea de esta discusión que hemos tenido con el candidato colorado Talvi, de los 70 mil nuevos vínculos laborales que tiene el Estado, 40 mil son en la ANEP, 10 mil son en la Salud Pública, 10 mil en el Ministerio del Interior, incluso ministerios como Defensa, de 2005 para aquí han reducido 3.500 sus funcionarios».
«Entonces, hay más presupuesto, pero no solo hay presupuesto, tiene que haber accesibilidad a esos bienes sociales. La Organización Mundial de la Salud que ha puesto al modelo de la reforma de salud uruguaya como un ejemplo, nos dice que a la salud se puede acceder de dos maneras, pagándola o aportando según sus ingresos. Si uno la paga es injusto, si aporta por sus ingresos es justo, porque cada uno aporta según sus ingresos y recibe según sus necesidades, que es una premisa muy importante para la izquierda en Uruguay, particularmente para los socialistas, que las hemos llevado adelante».
En resumen, «la economía uruguaya creció casi un 70%, cerca de duplicarse respecto a lo que era 2004, pero hizo un gran reparto de esa riqueza vía salario, empleo, gasto social y lo consolidó a través de los derechos», concluyó.