No es un título catastrófico al azar. Un informe científico, (https://www.washingtonpost.com/graphics/2019/national/climate-environment/climate-change-world/) confirma que décadas de desprecio y falta de atención a los problemas del medio ambiente en el país, comienzan a tener consecuencias graves..
Frente a las costas de Rocha, se ha generado un “gota caliente” que al momento tiene una extensión de 336.000 kms2, casi el doble de la superficie terrestre de Uruguay, que, sumada a los factores de cambio climático, ya ha logrado aumentar la temperatura del mar por encima de 2º C, casi 3º.
Esto supone más de lo previsto en las expectativas de aumento global de la temperatura. Si se supera 1,5ºC , las consecuencias serían nefastas.
Y este punto caliente en el océano, ¿es una casualidad?. ¿Una maldición de la naturaleza?. No.
Es lo que recogemos por no haber prestado atención a la contaminación generada por el Canal Andreoni, en el Departamento de Rocha, durante decenas de años.
Uruguay, supuestamente, cuenta con el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, bajo la responsabilidad de la Arquitecta Eneida De León, que actúa en conjunto con la Dirección Nacional de Medio Ambiente, para atender temas relacionados con el ambiente.
Ambos organismos, se han dedicado a despreciar los informes técnicos- científicos, sobre medio ambiente, en diversas zonas del país.
A tal punto es así, que para aprobar la autorización ambiental definitiva para el proyecto de UPM 2, el MVOTMA, no lo hizo en base a decisiones técnicas, lo hizo en base a una partida presupuestal adicional, destinada a los funcionarios que trabajaran rápido y sin cuestionar el proyecto. Ese incentivo extra, algo similar a una coima de parte del Estado, se distribuía en base a criterios personales de fidelidad de los funcionarios, decididos en forma personal por la Ministra De León.
Con ese grado de irresponsabilidad, es como se atienden los temas medioambientales en Uruguay, que pueden hipotecar el futuro de generaciones enteras. Pan para hoy y hambre para mañana. Y ese mañana es el de todos los uruguayos.
Al Frente Amplio y sus actuales dirigentes ya no le importará, porque no estarán.
Por el llamado canal Andreoni, durante décadas, se han vertido al océano, todo tipo de contaminantes, pesticidas, animales muertos, basura, deshechos humanos y todos los etc. que se quiera poner.
Primero, fue quedando inútil la playa de La Coronilla y su entorno; un paraíso de la naturaleza, arruinado. Ahora, la situación pasa a ser irreversible y las consecuencias serán para los 400 kms de playa que tiene Uruguay.
Ya lo hemos experimentado en el pasado verano. Algas (cianobacterias) en toda la costa uruguaya, que impactó en una de las principales industrias del país, el turismo.
Esta “gota caliente”, que fue creciendo durante años y años, genera como una barrera natural y favorece que las aguas contaminadas que bajan del Río Uruguay se acumulen y ya no puedan “limpiarse” naturalmente en el océano.
Se forma una especie de piscina gigante en la cuenca del Plata, con forma de herradura, que va desde la desembocadura del Río Uruguay, hasta el Chuy.
En ese espacio gigante del “río ancho como mar”, se acumulan los residuos contaminantes y se reproducen, entre otras cosas, las algas. El aumento de la temperatura de las aguas por el calentamiento global, fomenta todo el proceso. Paso a paso, años tras año, en forma gradual, se deteriora el medio ambiente.
La contaminación ambiental es algo que se ve a mediano y largo plazo. Este tema de la
“gota caliente”, se viene acentuando desde 2011, según los informes satelitales y de los científicos. Nadie del Gobierno se ocupó en serio del problema.
De los Partidos Políticos que están en carrera electoral y pueden, según las encuestas, acceder a ocupar bancas en el Senado, sólo Cabildo Abierto, plantea algo serio sobre medio ambiente. Quiere realizar un estudio de impacto ambiental imparcial a nivel internacional, que analice cómo la planta de UPM incidirá en el Río Negro y sus afluentes. No olvidemos que los documentos firmados por Uruguay y aprobados de la forma más irresponsable por el MVOTMA y la DINAMA, abarcan los próximos 50 años.
Uruguay hace tiempo dejó de ser “un país natural”. Las pésimas decisiones políticas y la falta de control, terminaron de arruinarlo. El turismo de playa, comienza a dejar de existir. Otra industria perdida, un impacto económico negativo impredecible y la imagen del país a nivel del piso.