No es cuestión de mirar para el costado. Ciertos compromisos de conciencia son con nosotros mismos. Sin importar desde cual bastión combatir con acciones de integralidad y de íntima convicción.
Esparcir por el viento deseos de ayudar, compenetrándose con la vulnerabilidad que revisten ciertos colectivos sociales ha sido la tónica del actual equipo de gobernanza de Salto.
Siempre, ante personas de más fragilidad irrumpen acciones dignas de destacar. Es lo que por estos días, la Asociación Down de nuestra ciudad ha provocado.
La comuna remitió a la Junta Departamental un proyecto de decreto por el cual se fija la intención sincera de que un inmueble propiedad del Gobierno salteño sea destinado hacia la asociación mencionada.
Un gesto sensible para una comunidad que encuentra así, el envión solidario para continuar su ardua tarea de hacer por niños, niñas, adolescentes y adultos con capacidades diferentes.
Desde que se asumió, hace ya tres años y ocho meses, se han generado intensos lazos con las instituciones civiles, asociaciones deportivas, culturales u organizaciones del soporte social heterogéneo; procurando fortalecer la participación pro activa.
Diversas experiencias han compenetrado al sector público, en éste caso representado en la Intendencia local y el privado desde su amplísima gama de fines a ejecutar.
La Asociación Down necesita un lugar físico para cumplir cabalmente con su misión, desarrollar sus actividades y brindarles más contención, comodidad y afecto desde el confort a sus miembros.
Al grano, el jefe comunal transmitió su deseo de hacer lugar al requerimiento humanizante y ha propuesto que la casa que da sobre calle Brasil 1265, sobre la esquina de Luis Alberto De Herrera, sea utilizada por la asociación civil mencionada.
Un silencio ensordecedor deslizó las palabras del conductor del gobierno de Salto…”pretendemos realizar un reconocimiento a la Asociación Down por todo el trabajo que ha hecho”…
Y fue repentinamente contundente…”nuestra intención es que no dependan de cada administración de turno, por tanto solicitamos a todas las bancadas que concedan la autorización para que ese inmueble pase definitivamente a la Asociación Down de Salto”…
Solo los directivos de dicha institución loable, podrán explicar ese recorrido de emociones que ahogaron respuestas relegadas por los recuerdos; en ese puñado de segundos.
La bondad innata en el ser humano es capaz de producir acciones de profunda conexión.
Una especial comprensión por personas algo distintas pero igual a todas, sorprende la cotidianeidad de nuestra población. Lo hace con verdaderos signos de saber estar en la piel, de quienes merecen iguales oportunidades de intentar sentirse más realizados.
La Intendencia de Salto lo anda internalizando para exteriorizar un innegable aprecio y afecto en pos de dar un poco de felicidad a su población.